- ¡Jorge, Natalia, parad! –Dijo Celia-.
- ¿Qué pasa, chicas? –Preguntó Jorge-.
- Que quien ha apagado las antorchas ha sido Dormilón. No es malo, -chilló Laura-.
- ¿Por qué se queda con la llave?
- Sólo nos la puede dar a nosotras, -dice Laura-. Un trato, si nos dais el chocolate que tanto le gusta a Jorge, la llave es vuestra.
- ¡Trato! -Gritan Jorge y Natalia-.
- Tomad.
Abren la puerta…
Entonces encuentran sentimientos.
- ¿Qué es esto?
- La caja de sentimientos y ahora sois los guardianes.
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